El asombro es la impresión sobre algo extraordinario o especial, cuando un ser humano deja de sentir asombro pierde la gracia de vivir.
La capacidad de asombrarse es un elemento vital para inspirarse y sentirse en sintonía con uno mismo y con el universo.
Los padres tenemos la obligación de enseñar a nuestros hijos a asombrarse no solo de cosas extraordinarias sino de las mas simples, ya sea plantar una semillita y ver su crecimiento todos los días, admirar el amancer u atardecer, o los colores de una mariposa.
A los niños hay que inculcarles desde pequeños los valores de cuidado y admiración por la naturaleza, y animales, por ello resulta muy importante alimentar nuestra misma capacidad de asombro a fin de servir de ejemplo a los hijos.
En este viaje de la vida hay que aprender a abrir bien los ojos y saber reconocer el milagro de cada día, de cada momento, y sentirse asombrados por las maravillas que tenemos a nuestro alrededor.
Y quien sabe tal vez consigamos una verdadera inspiración y motivemos a otros también.
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